- Enfoque
selectivo: El enfoque selectivo es aquel en el que una parte de la
fotografía está enfocada y el resto no. Para obtenerlo lo ideal es reducir al
máximo la profundidad de campo, algo que podemos lograr abriendo el diafragma
lo máximo posible y utilizando una distancia focal alta. Una vez hemos reducido
la profundidad de campo solo tenemos que girar el anillo del enfoque hasta que
veamos nítido aquello que queremos.
- Enfoque amplio: Cuando queremos realizar una fotografía de un
motivo en el que la distribución de los sujetos es irregular, necesitaremos una
profundidad de campo amplia. Para obtenerla debemos hacer lo contrario a lo que
hicimos en el tipo anterior. Cerrar el diafragma. Una vez hecho esto lo ideal
es buscar el objeto que se encuentre aproximadamente en el centro de todos los
que queremos fotografiar y girar la anilla del enfoque hasta que este quede
enfocado.
- Enfoque continuo: Tenemos un enfoque continuo cuando conseguimos
una fotografía en la que todo está enfocado. Casi siempre lograremos esto
enfocando con nuestro objetivo al infinito y utilizando una distancia focal
corta. Este tipo de enfoque no es posible en todas las situaciones ni con todas
las lentes. Suele utilizarse mayoritariamente para la fotografía de paisaje.